Declaración del SMU sobre el trabajo social obligatorio

Sorpresa y preocupación en el Sindicato Médico del Uruguay, ante inquietud del Poder Ejecutivo de exigir trabajo social a los médicos

 

Montevideo, 6 de setiembre de 2011. La idea planteada a nivel del Poder Ejecutivo para debatir y estudiar, no tiene en cuenta elementos fundamentales de la formación universitaria y del ejercicio profesional, a pesar de que el SMU ha denunciado y ha venido trabajando en coordinación con las autoridades en los problemas que parecen motivar este planteo.

 

Las declaraciones del Secretario de la Presidencia Alberto Breccia no son claras respecto al alcance de la idea y parecen desconocer el trabajo social y los aportes que los médicos ya realizan durante su formación y en el ejercicio de su profesión. Si el planteo a discutir es la devolución a la sociedad de lo que ésta le ha proporcionado a través de la Universidad de la República, entonces el tema que el gobierno plantea es la gratuidad de la enseñanza superior y terciaria. Si en cambio lo que se busca es denunciar y buscar soluciones para el grave problema de recursos humanos en el ámbito de la salud, entonces el tema ya se está trabajando en los ámbitos correspondientes y el Sindicato Médico del Uruguay reafirma su compromiso con la construcción de soluciones que permitan un mejor ejercicio del trabajo médico, en particular en algunas zonas del interior del país.

 

Por lo tanto, y a pesar de no haber recibido ningún planteo concreto al respecto, a los efectos de aportar a la discusión pública convocada, el SMU señala que:


  1. Los médicos no somos culpables de los problemas sociales, en todo caso somos corresponsables y asumimos nuestra parte de responsabilidad desde donde podemos aportar, con conocimiento científico, compromiso social hacia la población que atendemos y en nuestra formación universitaria y continua.
  2. Estamos más que comprometidos con la situación sanitaria y social del país desde que somos estudiantes hasta que nos jubilamos. La carrera de medicina ya incluye actividades de servicio social, antes y después de recibirnos, que cumplimos con orgullo por nuestra vocación, a las que hay que sumar los aportes que realizamos luego al Fondo de Solidaridad de la Universidad de la República y el aporte permanente que como colectivo de profesionales hemos realizado para la mejora del ejercicio profesional y del sistema de salud.
  3. Quienes estudiamos medicina lo hicimos en el marco de un contrato social que respetamos y procuramos honrar todos los días. Los médicos reivindicamos nuestro compromiso con la profesión y la vocación médica, pero la mejora de nuestro trabajo no pasa por instalar un servicio obligatorio. Si hay dificultades para la atención y la disponibilidad de profesionales en algunos lugares, esto no se resuelve de este modo, sino operando sobre temas como los que el SMU ha denunciado en ASSE. Si no hay condiciones adecuadas para el ejercicio digno de la profesión, hay que mejorar esas condiciones, sin esconder las dificultades existentes en la gestión de recursos humanos del sector. En ese sentido el SMU ha venido aportando a la sociedad desde hace 91 años.
  4. Nadie puede obligar a un profesional a trabajar donde no quiere. En el SMU estamos muy preocupados y ocupados en mejorar las condiciones de trabajo médico, generando mejoras para los usuarios, en especial para los más desprotegidos, y estamos a la orden para colaborar y seguir sumando en esa dirección, pero la responsabilidad de la calidad y disponibilidad de los servicios no es de los médicos sino de los administradores y reguladores del sistema. También estamos comprometidos con la situación social en general, pero no existen soluciones simples para problemas complejos.
  5. Los médicos hemos avanzado y seguimos trabajando para mejorar nuestro desempeño profesional y nuestro compromiso con la sociedad. Un ejemplo de ello es la inminente puesta en funcionamiento del Colegio Médico, que definirá entre otras cosas un marco ético de desempeño profesional para el control de nuestro trabajo y las responsabilidades sociales inherentes a nuestra profesión.