Desde que en 1936 se impulsara la idea de un “Congreso Médico Nacional”, y que tres años después se desarrollara la Primera Convención Médica Nacional, han pasado 78 años y ocho Convenciones Médicas, constituyendo un legado fundamental para seguir avanzando en el desarrollo de la atención médica en nuestro país.
Las Convenciones han sido una fuerza promotora de cambios, generadoras de encuentros de todos los médicos del país para debatir aspectos sustanciales de la medicina nacional, en un ámbito de libertad y democracia, constructoras de las grandes líneas de pensamiento de la medicina en Uruguay.
La 8ª Convención abordó tres ejes temáticos centrales: el sistema de salud, el trabajo médico y la ética médica, sentando las bases y dando el impulso necesario para el diseño e implementación del Sistema Nacional Integrado de Salud, para la reforma del trabajo médico que estamos transitando y para consolidar la idea de la creación del Colegio Médico Nacional, para que luego el gremio médico lograra su aprobación definitiva en el Parlamento Nacional.
A partir del 2008, Uruguay se encuentra transitando profundos cambios en el sector salud. Se han logrado generar condiciones necesarias, pero no suficientes aún para un salto cualitativo en la calidad asistencial. Pese al esfuerzo diario de los profesionales médicos, el resto del equipo de salud en su actividad profesional, y el país en su conjunto, corremos el riesgo de ahondar el rezago en términos de calidad lo que, a nuestro juicio, podría hacer retroceder los importantes avances del proceso de reforma.
La transformación del sistema de salud en Uruguay, con la conformación del Sistema Nacional Integrado de Salud, estuvo orientado a lograr un acceso equitativo a los servicios integrales y exigibles que se necesitan a lo largo de la vida, con los máximos estándares de calidad y teniendo en cuenta su sostenibilidad.
Reducir las inequidades sanitarias aún existentes en el país resulta complejo a la luz de la realidad epidemiológica y demográfica. La coexistencia de las enfermedades transmisibles emergentes y re-emergentes, las socialmente transmisibles a través de pautas de conducta, la violencia, incluida la de género, el aumento de la esperanza de vida, y la urbanización, requieren de respuestas innovadoras de los sistemas y servicios de salud.
A estos efectos resulta imperioso agregar enfoques de seguridad y calidad. Hoy no basta solo con accesibilidad a la salud, sino que se impone acceder a una oferta que se sustente con resultados clínicos medibles y comparables, tanto a nivel local como internacional, con el objetivo de la equiparación con los mejores estándares existentes. Se impone también la incorporación de prácticas e indicadores que garanticen que el usuario sea el centro de las políticas sanitarias. En este sentido, en los últimos años se han llevado adelante múltiples esfuerzos entre el colectivo médico, la Academia y las autoridades nacionales.
La 9ª Convención Médica Nacional, lanzada el 3 de diciembre de 2013, aborda como temática central de análisis la calidad asistencial desde cuatro dominios principales: prácticas clínicas orientadas a la mejora de la calidad de atención, formación de recursos humanos de calidad, cambios en el trabajo médico y el ejercicio profesional para la mejora de la calidad, y la elaboración y reporte de forma transparente del desempeño y resultados de la atención médica, así como participación del usuario en el sistema de salud.
Se promovió la participación de todo el colectivo médico por diferentes vías, a través de nuevas instancias generadas especialmente por la Convención y los mecanismos de las instituciones que colaboraron en el proceso.
Para este trabajo, se integraron como insumos para la discusión los resultados de una nueva encuesta médica nacional, de un estudio de opinión pública y de un estudio cualitativo con profesores grado 4 y 5 de la Facultad de Medicina. Además de la participación de 1200 colegas en las diferentes actividades y la apertura de diversas plataformas electrónicas (Foros, Facebook y Twitter) con miles de participantes. Se realizaron cuatro grupos de expertos que involucraron a 76 profesionales de las diferentes especialidades y ámbitos de trabajo, en la construcción de consensos sobre los ejes temáticos. En todo este proceso se contó con el apoyo de un equipo de expertos internacionales para nutrir el debate con el respaldo académico y la acumulación internacional en el tema de la calidad.
En relación a los cuatro ejes temáticos:
1. Mejora del modelo de práctica en la atención médica.
La mejora de la calidad de los servicios de salud se dirige a desarrollar modelos de atención que cumplan con los aspectos de accesibilidad, seguridad, oportunidad, eficiencia y enfoque en el paciente. Según se desprende de la encuesta médica nacional, solo el 25% de los médicos evalúan como muy buena la atención que reciben sus pacientes, lo que nos obliga como profesionales médicos con alto grado de compromiso social a buscar estrategias para mejorar la calidad de la atención. Además, es necesario evaluar estas estrategias desde el punto de vista del talento humano en los aspectos del impacto en la cultura organizacional de las instituciones, cambio de conducta profesional y rediseño de los procesos.
La coordinación de la atención entre los distintos niveles, en particular optimizando la relación entre el primer nivel de atención y los otros niveles, articulados a través de redes integradas de servicios de salud; el fortalecimiento de la estrategia de atención primaria de salud; la creación de centros de referencia promoviendo las mejores prácticas en la atención de ciertas patologías; y el desarrollo de intervenciones que mejoren la participación, transparencia y proactividad de los profesionales en pos de una mayor seguridad mejorando la cultura organizacional, surgen como recomendaciones centrales para mejorar la práctica médica.
2. Incorporación de nuevas estrategias a nivel de la formación de recursos humanos de excelencia.
La formación de especialistas en nuestro país a través del Programa Nacional de Residencias Médicas tiene fortalezas, pero también múltiples debilidades: forma de financiamiento y diseño jurídico, dedicación no exclusiva, debilidades vinculadas a programas académicos, centralización del programa en el sector público y concentrado en la capital, problemas en la acreditación de los servicios para lograr estándares académicos mínimos, entre otros. Según datos de la encuesta médica solo el 10 % de los médicos considera que la formación de postgrado logra estándares de excelencia.
Existe desde la creación del Grupo de Trabajo Interinstitucional Permanente (GTIP), actualmente liderado por el Colegio Médico, un impulso al desarrollo profesional médico continuo y un reconocimiento de la necesidad de avanzar en la recertificación profesional. El 84% de los médicos encuestados opinaron que la recertificación profesional es necesaria o imprescindible. Sin embargo aún no se ha logrado avanzar sistemáticamente en programas de desarrollo profesional médico continuo y recertificación profesional.
El Hospital Universitario, herramienta fundamental para la formación de recursos humanos y del desarrollo de la investigación clínica, sufre un deterioro extremo que conspira contra la formación de excelencia y la investigación.
La reformulación del Programa Nacional de Residencias Médicas orientado a la mejora de la calidad de la formación, el desarrollo de un programa nacional de recertificación médica, la reconversión del Hospital de Clínicas y la formación de una red nacional de hospitales públicos acreditados para cumplir funciones universitarias, en el marco del Sistema Nacional Integrado de Salud, son reformas impostergables para avanzar hacia la formación de recursos humanos de excelencia.
3. Mejora de las condiciones de trabajo de los profesionales de la salud en pos de una mejor calidad de atención.
La falta de planificación de las necesidades de recursos humanos y la actual organización del trabajo médico en nuestro país son factores determinantes en los problemas de dotación existentes, conspirando contra un ejercicio profesional adecuado y debilitando la autonomía.
El multiempleo constituye uno de los principales obstáculos a la mejora de las condiciones del ejercicio profesional. El 58% de los médicos considera que impacta bastante o mucho en la calidad asistencial; el 96% opina que lo ideal sería trabajar en uno o dos lugares; pero casi el 60 % de los médicos actualmente tiene tres o más trabajos.
En línea con la reformulación del Programa Nacional de Residencias Médicas; la planificación de las necesidades de recursos humanos en el país; y la universalización de las Residencias Médicas convirtiéndolas en la vía principal de acceso al trabajo médico; el desarrollo de incentivos financieros y no financieros para la radicación de profesionales, particularmente en el interior y zonas rurales, son herramientas centrales para abordar los problemas de número, distribución y formación de recursos.
La concentración del trabajo médico, una de cuyas herramientas es la creación de cargos de alta dedicación en todas las especialidades, como modelo antagónico al multiempleo, es condición necesaria para la mejora del ejercicio profesional, debiendo garantizarse con el gremio médico, los efectores y la autoridad sanitaria las condiciones necesarias para una práctica profesional adecuada.
4. Transparencia en el reporte de resultados de la atención médica y rol del usuario en el sistema de salud.
La informatización de las organizaciones de salud, particularmente en las áreas clínicas, ha venido avanzando progresivamente en los últimos años, lo que posibilita los cambios culturales para la incorporación de las nuevas herramientas. Actualmente solo el 27% de los médicos evalúan como buena o muy buena la calidad de los registros en la historia clínica de los pacientes y el 49% tiene una visión crítica de la utilidad y pertinencia de los registros exigidos.
Al mismo tiempo, la falta de coordinación a nivel nacional ha dificultado la interoperabilidad de los sistemas entre sí o el reporte unificado de resultados. A nivel internacional se avanza hacia una mayor transparencia en la publicación de resultados de las instituciones de salud, y Uruguay no es una excepción en esta temática. Sin embargo, existe una ausencia importante de indicadores clínicos y de gestión relevantes en este tipo de reportes de la autoridad sanitaria.
Es imprescindible obtener información confiable y oportuna, utilizando los recursos que brindan las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), para construir medidas de calidad e indicadores para evaluar el desempeño y la efectividad de las organizaciones de salud que forman parte del sistema sanitario. La publicación de dichos indicadores, ayudaría a la toma de decisiones tanto de las autoridades sanitarias como de los profesionales, instituciones de salud y muy especialmente de los usuarios, promoviendo la mejora de la calidad asistencial, en un marco de co-responsabilidad.
Por lo expuesto, los médicos reunidos en la 9ª Convención Médica Nacional, renovamos nuestro compromiso con la superación de la medicina nacional y la salud de nuestra población y por tanto asumimos la responsabilidad de impulsar ante las autoridades nacionales las recomendaciones orientadas a la mejora de la calidad de atención médica que se resumen a continuación.
PUEDEN CONSULTARSE MAYORES DETALLES, ASÍ COMO LOS DOCUMENTOS DE LAS DISTINTAS COMISIONES DE TRABAJO en la página web http://www.convencionmedica.org.uy.